Escultura en madera a golpe de motosierra para lo nuevo de DOOM
Si hablamos de escultura de madera inmediatamente pensamos en la delicadeza a la hora de tallar los detalles, pensamos en un martillo, en un cincel. Algo con lo que no estaría nada de acuerdo Rob Bast, un escultor australiano especializado en esculpir la madera a golpe de motosierra, enseñando así la cara más extrema y asombrosa del arte en madera. Es por eso que los creadores del clásico videojuego de 1993 DOOM pensaron en él para celebrar el lanzamiento de su nueva entrega (que ha salido a la vente este pasado 13 de mayo) y le propusieron inmortalizar a Revenant, uno de los personajes principales, con una escultura en madera a tamaño real, aprovechando que, además, la motosierra es una de las armas más populares en el famoso juego.
Diferentes motosierras para dar vida con grandes detalles a una gran escultura en madera
Sin duda su gran tamaño impresiona, pero lo que más asombra es la cantidad de detalles tan cuidados y difíciles de conseguir sobre todo cuando sabemos que ha sido realizado con una motosierra. Para la talla, realizada con madera de ciprés sostenible reciclado, emplea una gran gama de motosierras, desde modelos grandes para dar inicio al tallado hasta pequeñas sierras mecánicas para pulir los detalles.
Revenant no se lo ha puesto fácil al australiano, y es que convertir a este enorme monstruo de espalda voluminosa y con dos grandes armas sobre esta en una escultura en madera no ha sido tarea sencilla: tallar la enorme escultura en madera le ha llevado más de 150 horas de trabajo, lo que, según palabras del artista, se ha convertido en el mayor reto de su carrera como escultor.
La complejidad de la escultura en madera le ha llevado a Rob Bast a emplear y juntar distintas piezas de madera para formar brazos y piernas, estando acostumbrado a trabajar directamente sobre bloques macizos. «La clave ha sido seguir las vetas de la madera. Para esculpir un brazo, por ejemplo, tienes que tallar siempre a favor de las éstas. Al haber un cambio de dirección en el codo, tienes que utilizar dos piezas de madera distintas y unirlas en la articulación», ha explicado el escultor.
La impresionante afición del artista por la escultura en madera con motosierra comenzó por el año 2003 tras observar a otros escultores en el sector y a día de hoy puede presumir de grandes y majestuosas obras y decenas de premios.
Rob nos enseña que siempre hay una forma distinta de ver las cosas, la visión creativa donde el límite está en nuestra cabeza e ingenio. «Las motosierras normalmente se ven como herramientas para destruir o para talar árboles, pero intento darles un enfoque creativo. El objetivo, en cualquier tipo de escultura, es plasmar tu visión y crear algo, yo utilizo sierras mecánicas por su rapidez y porque es una herramienta muy llamativa», comenta.
Si tenemos pensado hacer una visita por la tierra de los canguros, podremos admirar la escultura en madera en el Centro Australiano de La Imagen en Movimiento (ACMI) de Melbourne donde se encuentra expuesta.