El Ministerio de Educación Italiano ha promovido un concruso de Escuela Innovadora con el objetivo de proponer ideas alrededor del concepto de escuela innovadora, desde la arquitectura, la ingeniería, la tecnología, la eficiencia energética, y la seguridad antisísmica, tomando en cuenta los nuevos escenarios del aprendizaje y la apertura de la escuela hacia el espacio público y hacia la ciudad en el que ha premodinado la construcción con madera.
En Italia solo el 7% de los niños llegan solos a la escuela, en Alemania e Inglaterra el 40%. Esto se debe a que el camino se ve como un espacio inseguro y invadido por el tráfico de vehículos. Y así se ha configurado el proyecto para la escuela G.Oberdan en Terni (Italia), que propone que quiere regenerar, reactivar y reconectar los espacios públicos, con la apertura de la escuela hacia la ciudad como uno de los puntos claves de la propuesta.
El proyecto propone dar gran importancia a los lugares comunes al interior del proyecto. Tener espacios didácticos comunes como el gran vestíbulo que se considera un eje urbano- público y conector de la escuela con la ciudad en el que se distribuyen la grande escalera y el gimnasio de la escuela secundaria, el espacio del comedor y el pequeño teatro. Estos lugares se prestan para el encuentro de la comunidad (escolar y pública) y para el desarrollo de actividades artísticas y talleres. La escuela está pensada para responder a las distintas y variadas necesidades pedagógicas, para ello se propone un sistema un diseño versátil y flexible de los espacios, en que destaca el uso de la madera para la construcción de todo el edificio, asi como de su mobiliario.
Los elementos divisorios son muebles en madera que moviéndose en el espacio pueden transformar y reconfigurar los ambientes didácticos. Los espacios de aulas, están distribuidos en el mismo eje y se propone un sistema de paneles divisorios corredizos, dejando la posibilidad de unificar dos o más aulas para el desarrollo de actividades especiales de entre ciclo.