Rascacielos de madera para un futuro sostenible
El acero fue el material de la arquitectura del siglo XIX. El hormigón, el del XX. Ambos brindaron posibilidades hasta entonces incalculables, superando los límites de la edificación. ¿Será la madera el material que revolucionará el siglo XXI? Aunque es pronto para afirmarlo, no cabe duda de que actualmente existe una tendencia global que recupera uno de los elementos de construcción más antiguos de la Humanidad, sumándole la tecnología actual, para liderar la arquitectura sostenible.
Fuerte, limpia, estética y versátil, la madera es un ingrediente renovable que ahorra energía, porque su procesamiento (no se utiliza el material virgen) implica un uso muy inferior al de otros componentes. Además, es CO2 neutro porque a medida que los árboles jóvenes crecen absorben más dióxido de carbono que el emitido al elaborarla, quemarla… Puede ser tan fuerte como el acero, pero es mucho más ligera; se instala rápidamente acelerando el proceso de construcción, tiene propiedades táctiles y acústicas (aísla el ruido, además del calor) equilibra la humedad… Por supuesto, esta madera debe provenir de bosques reforestados y de la tala controlada.
Y no, no arde fácilmente. De hecho, puede ser más resistente al fuego que el hormigón y el acero, por la cantidad de humedad (en torno al 12%) que posee la madera laminada cruzada, la utilizada principalmente en proyectos arquitectónicos, y su comportamiento previsible frente a esta adversidad.
Con la tecnología actual la madera es cada vez más eficiente y adaptable, de ahí que los rascacielos de este material puedan ser y sean ya una realidad. No es de extrañar que no deje de incrementar la demanda de la madera laminada cruzada, una de sus versiones más innovadoras, a pesar de que su coste todavía es superior al del hormigón en un 10%, según datos de la ONU. Los fabricantes de cemento no sienten la presión: éste sigue siendo el material de construcción más utilizado en el mundo, de lejos, a pesar de que esta industria suponga un 5% de la emisiones de dióxido de carbono.
Tendencia al conservadurismo
Es evidente que el futuro será sostenible o no será, de ahí que cada vez más arquitectos pidan más madera. Uno de sus mayores valedores es el canadiense Michael Green, quien reconoce que la mayor reticencia a la hora de construir con este material proviene del desconocimiento. Del miedo a lo nuevo.
Su estudio de Vancouver firmó en 2016 el edificio de madera más alto en EEUU. Emplazado en Minneapolis y bautizado como T3, el inmueble de siete plantas fue construido mayoritariamente con componentes de madera de ingeniería (procesada).
Su hegemonía tiene los días contamos. Pronto lo superará otro proyecto, también firmado por Green, que demostrará que la escala importa. Anunciado hace un mes, se trata de un edificio comercial, residencial y de oficinas que contará también con un hotel, así como con 2.500 metros cuadrados dedicados a la cultura y el arte. El grupo inmobiliario Lotus Equity lo desarrollará en Newark (Nueva Jersey).
Las 11 plantas del Riverfront Squaree lo convertirán en el más alto de EEUU. Para sus promotores es una apuesta para el futuro, pues se trata de un «proyecto saludable para un vecindario saludable». Consideran que cuánta más madera, menos estrés para sus habitantes, en tanto que ésta proporciona mejor calidad del aire, mejor luz y menos ruidos. De ahí que lo vendan no sólo como un buen lugar para vivir, sino también para trabajar con mayor productividad.
Carrera de escalas
El edificio de madera más alto del mundo está en Canadá. Por ahora. Se trata de Brock Commons, una residencia de estudiantes de 18 pisos que concluyó el año pasado el estudio Acton Ostry Architects. Hasta entonces, el título lo ostentaba Treet (El Árbol), en Bergen, Noruega, con 14 plantas. Desarrollado por la Asociación de Vivienda local BOB, el edificio del estudio Artec se completó en 2015.
Totalmente habitado, fue el pionero en el país, donde actualmente se está construyendo -siguiendo su mismo I+D- , Mjøstårnet, en la pequeña ciudad de Brumudal, con 18 pisos. Además de 27 viviendas de dos y tres dormitorios, incluirá un hotel, oficinas, zonas comunes con piscina incluida. Con sus 80 metros de altura superará, una vez concluido en marzo de 2019, los 53 del canadiense Brock Commons.
Compite en esta carrera por la altura el proyecto residencial Haut en Ámsterdam, que este año se pone a la venta. Cuando concluya, se espera que a finales de 2019, esta promoción de Lingotto será, con sus 73 metros, el edificio de madera más alto de los Países Bajos.
Destinado a ser un icono de la sostenibilidad, no sólo se construirá con madera laminada cruzada proveniente de bosques europeos gestionados sosteniblemente, sino que incluye además paneles solares y sistema de reciclaje de aguas, la torre de viviendas que se emplazará en Amstelkwartier (un nuevo barrio residencial de Ámsterdam) aspira a demostrar que la responsabilidad con el medio ambiente es también estética y cómoda. Sus 50 residencias, de entre 100 y 225 metros cuadrados, lo evidencian.
«El proyecto será un prototipo para los rascacielos de madera», reconocía Do Janne Vermeulen, socia de V Architecture, el estudio responsable de Haut, a Timber Design and Techonology, una plataforma dedicada a la construcción en madera. Ésta «no sólo es un material cálido, natural, sino también flexible. Ello permite que las viviendas sean hechas a medida», añadía. Como en la moda existe la haut couture (alta costura), este proyecto de Ámsterdam supondrá la haut architecture (alta arquitectura).
Las cualidades estéticas, casi emocionales, de la madera tampoco pueden ser subestimadas. El Centro Cultural de Skelleftea, en Suecia, lo demuestra. A cargo de uno del estudio White Arkitekter se inaugurará el año que viene. Se basa en un sistema de construcción híbrido, pues una de las construcciones también se sirve del acero y rinde homenaje a la tradición maderera del país, aspirando a ser ejemplo en este tipo de edificaciones. Con 76 metros establecerá el récord en Suecia, que podrá ser disfrutado por sus ciudadanos ya que es un espacio público que contará con un centro cultural, la biblioteca de la ciudad y un hotel.
Récord de récords
Además de la necesidad de cuidar del planeta, los desarrollos recientes en la tecnología de la madera de ingeniería son los que hacen posible este tipo de estructuras, que cada vez son más ambiciosas.
Recientemente la compañía japonesa Sumitomo Forestry anunciaba la preparación de W350 Plan, un rascacielos de 350 metros con el objetivo de crear «ciudades respetuosas con el medio ambiente y que utilizan la madera». Ideado por el Instituto de Investigación Tsukuba, la estructura del inmueble será híbrida (contará con acero, pero el 90% será de madera). La estructura interior será de este material puro, «produciendo un espacio tranquilo que emana el calor y la suavidad» de este material, explican sus responsables, quienes contaron con la colaboración de Nikken Sekkei Ltd.
De esta nueva obra destaca su exterior, en el que la naturaleza trepa por los balcones para ofrecer «una vista de la biodiversidad en un entorno urbano». Porque uno de los objetivos de W350 Plan es crear una simbiosis con la sociedad y el medioambiente. Así, aspira a cambiar las ciudades por bosques, pues «los edificios que están llenos de vegetación formarán una red que está vinculada a la biosfera de las criaturas vivas, como las aves silvestres y los insectos, contribuyendo a la biodiversidad de las ciudades», afirman fuentes de la la compañía. Para verlo habrá que esperar hasta el año 2041.
Imágenes: EL MUNDO
http://www.elmundo.es/economia/vivienda/2018/03/03/5a9964e546163fba308b461d.html