Música que sale de los huesos de la gran ciudad de Nueva York
Rick Kelly es un grande en cuanto a guitarras eléctricas se refiere. Su taller está situado en el 42 Carmine Street, en Greenwich Village. Pero lo que le distingue en el mundo artesanal es la madera con la que realiza sus trabajos: escombros de edificios que están a punto de ser renovados o que son derrumbados para dar paso a edificaciones nuevas. Entre sus clientes, podemos encontrar a grandes como Bob Dylan, Lou Reed, Roger Waters o Patti Smith.
Rick Kelly reconoce que siente escalofríos cada vez que ve o escucha sus creaciones sobre el escenario. Además, afirma que aunque le entristece ver cómo edificios centenarios se derriban, también es un placer utilizar esa madera en algo que perdurará de por vida.
Según señala EL PAÍS, estos instrumentos suenan mejor por la sencilla razón de que la edad eleva la resonancia, y el tono que produce es mágico y se asemeja en gran escala a los sonidos del piano.
Al principio, elegía madera de edificios antiguos por pura necesidad, pero en el momento en el que comenzó a utilizarla en el mástil, marcó la diferencia para los grandes expertos de la guitarra.
Afirma también que se convirtió en un músico a través de probar sus creaciones, pero lo que deja bien claro es que la guitarra eléctrica tiene futuro pese a las tendencias modernas, ya que es directa, potencia la voz del cantante y por ello, nunca desaparecerá.
Imagen: EL PAÍS
https://elpais.com/cultura/2018/08/21/actualidad/1534872092_273743.html